3.9.06

De la Flor de mi Basura..

Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo de sol y palmas, nació una niña de sonrisa fácil y pies ligeros. Su casa estaba pintada de risas y juegos, de playas y vestidos nuevos. Flor, que así se llamaba la niña crecía felíz, sólo sentía abrazos y besos.
El tiempo transcurría placidamente hasta que un día el oido crecido de flor comenzó a oir gritos y llantos, Flor no soportaba ese sonido así que se inventó una música de flores y comenzó a cantarla día y noche. Un día, los ojos crecidos de Flor descubrieron rincones oscuros donde no había ni besos ni abrazos, cuanto más crecía Flor más grande eran esos rincones, entonces Flor aterrorizada decidió huir, metió en una mochila su música de flores, su mejor sonrisa y el recuerdo de los mejores abrazos.
Salió de su casa, corriendo salió de su pueblo y tomando el primer camino que encontró comenzó a andar y a andar, por ese camino fué encontrando distintas cabañas, en todas y cada una de ellas llamó a su puerta y con su mejor sonrisa puesta les pregunto por sus besos y abrazos; en algunas como si fueran limosnas le dieron abrazos y besos de cartón, en otras de humo y viento...
Por el camino Flor encontró dos flores que despedían una fragancia con olor a amistad, las guardo en su mochila y siguió caminando y caminando...un día que olía a caramelo y a canela se encontró un nido con cuatro pajaritos, los metió en su mochila y prometió enseñarles a volar, el camino parecía más alegre con sus incesantes trinos. El tiempo pasaba y Flor se sentía cada vez más cansada, un día agotada decidió parar, tanto tiempo se quedó parada que pensó que los besos y abrazos no existían, que sólo eran cuentos para niños de ojos y oidos pequeños. Sacó las dos flores de su mochila y las plantó junto a una piedra, sacó el nido con los cuatro pajarillos y con sumo cuidado los colocó junto a la misma piedra, luego Flor se sentó en ella. Con el tiempo los rincones oscuros invadieron todo su alrededor y Flor se limitó a cerrar los ojos y la boca y abrió su nariz para oler la fragancia de las flores y abrió sus oidos para oir el trino de los pajarillos, aún así la oscuridad comenzó a colarse en su interior y a mancharlo todo de soledad y frío.
Aguantó un día, un año, un siglo y de pronto un día a Flor se le ocurrió llorar, se levantó de la piedra y subió a una montaña cercana, se sentó en el borde y comenzó a llorar todas las lágrimas acumuladas durante ese siglo, el eco le devolvió su llanto más fuerte y con más lágrimas, la oscuridad ante tantos gritos se asustó y la muy cobarde se alejó dos metros. Desde entonces Flor subé todos los días a la montaña y grita sus lágrimas, su dulce compañero el Eco se las devuelve vestida de flores color esperanza. A ti Eco te pregunto ¿¿ donde estan mis abrazos y besos?? gracias por recordarme la pregunta.
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