29.11.06

Buenos días...

6:10 de la mañana.
Voy camino al trabajo en una de mis acostumbradas “RUTAS”. Hoy parece un día cualquiera, de una semana cualquiera de un año aun mas cualquiera, pero no…ya se me esta haciendo crónico el que esta media hora o mas que demoro en llegar hasta la ciudad sirva para darme cuenta de las cosas mas desapercibidas y sencillas.
En donde vivo, no hay paradas de autobuses, por lo que los Rutas se paran cada 50 metros o donde se encuentren los pasajeros para subirlos o bajarlos según sea el caso.
El vehiculo en donde voy sentada a estas hora (por suerte ya que a veces voy de pie) está diseñado como para 32 pasajeros pero el chofer le debe haber gustado mucho una vieja canción de Héctor Lavoe que decía: “Entren que caben cien…cincuenta parados, cincuenta de pie…” porque mete y mete y mete…
Pero apartando la manera de cómo el conductor dirige el Ruta voy a lo que me distrae estos 40 minutos de viaje. Cada persona que sube dice “Buenos días”… y los demás responden automáticamente...algunos aun dormidos solo murmuran: ”… días”. Esto me pone a pensar en lo que debe haber significado la evolución del saludo y sobre todo en el hecho de decir ... “Buenos días”
¿Quién lo instauró? En que lugar se empezó a dar los buenos días? Entonces me fijé el propósito de ir al mediodía a investigar en mi hora de descanso.
En un principio se desconoce el origen del saludo pero se sabe, que el gesto de estrechar las manos proviene de las tribus primitivas. Los guerreros para demostrar que se trataba de una relación cordial , mostraban sus manos indicando así que no iban armados, aunque más que un gesto de amistad y cordialidad, era una declaración de no agresión.


Culturas milenarias como la egipcia, las personas saludaban inclinando el cuerpo y bajando una mano hasta la rodilla en señal de respeto; los judíos con una inclinación de cabeza y un abrazo; los griegos se estrechaban la mano y los romanos el antebrazo. En el siglo XVII se extiende la costumbre de besar la mano a las señoras.
Antiguamente se decía "Buenos y venturosos días nos dé Dios" o "Buenos y venturosos días Dios te de". Es lo mismo que la palabra "Adiós" significa ve con Dios y es utilizado como sinónimo de Hasta pronto, Hasta luego, que te vaya bien.
" ... Buenos días, decimos automáticamente como saludo al empezar al día, aunque no sería raro ni estaría mal que dijéramos ¡Buenos días, que día tan horrible! Lo cual parece un contrasentido, aunque no lo es… más adelante le diremos por qué.
El día es nuestra unidad de tiempo más usual y por eso creo que vale la pena darle una escarbadita a esa palabra: día.
Día viene de Dios, o quizá debo decir que los vocablos día y dios tienen el mismo origen. Es más, casi son la misma cosa, idiomáticamente hablando, por supuesto.
Del sánscrito divus la palabra pasa al griego como dios que es el que brilla, el esplendoroso y en latín es dies, con S al final. Dios es el que brilla, el que tiene luz y el día pues también es el que nos trae la luz.
Lo que es de día adquiere el adjetivo de diurnus en latín que es lo diurno en español y que en el italiano viene siendo giorno. El saludo en italiano es buon giorno, buen día, que nosotros pluralizamos por costumbre: buenos días.
Ahora sí, déjeme decirle que no hay nada de malo o incorrecto en saludar diciendo “buenos días” en plural pues yo me puedo referir al día presente y a varios más. * Lo menciono porque hay algunos rigoristas que dicen, afirman y reiteran, que el saludo debería ser en singular: buen día.
Hay qué entender que el saludo es la expresión de un deseo, más que una descripción meteorológica. Sí, porque hay quienes protestan cuando el clima está muy extremoso, si alguien al saludarlos les dice ¡buenos días! Y contestan con una acre pregunta ¿Y qué tienen de buenos?
Al decirle buenos días la persona le está deseando que todas las cosas le salgan bien y que no reciba malas noticias o enfrentamientos con la adversidad en el día presente o los que vienen.
¡Buenos días! Una frase que usamos todo el tiempo, lo decimos a nuestra familia, amigos, vecinos, pero no en todas partes del mundo se usa esta costumbre tan ampliamente como en las zonas más rurales o sub-desarrolladas. Las ciudades modernas y grandes metrópolis se han olvidado poco a poco del uso de este sencillo saludo. ¿Verdad?
Creo que pudiésemos decir que es una suerte de bendición a otro al comenzar el día, un saludo para romper el hielo, quizás tan solo un hábito para algunos pero para la mayoría, un acto de cortesía.
Es como siempre lo he dicho: el origen de las palabras tiene, a veces, derivaciones insospechadas. ...





19.11.06

Canción de las Piñatas.



"Dale, dale, dale, no pierdas el tino,
porque si lo pierdes, pierdes el camino.

Esta piñata es de muchas mañas,
sólo contiene naranjas y cañas."

La piñata tiene caca,
Tiene caca:
Cacahuates de a montón.

Esta piñata es de muchas mañas,
Sólo contiene naranjas y cañas.

No quiero oro, ni quiero plata,
Yo lo que quiero es romper la piñata.

Ándale Juana, no te dilates
Con la canasta de los cacahuates.
Anda María, sal del rincón
Con la canasta de la colación.

En esta posada nos hemos chasqueado
Porque Teresita nada nos ha dado.

Echen confites y canelones,
a los muchachos que son muy tragones.

Todos los muchachos rezaron con devoción,
De chochos y confites les dan ya su ración.

Castaña asada, piña cubierta;
Echen a palos a los de la puerta.

Ándale Juan, sal de la hornilla
Con la botella de la manzanilla.

De los cerritos y los cerrotes,
Saltan y brincan los tejocotes.

Ándale niña, sal otra vez
Con la botella del vino jerez.

Esta posada le tocó a Carmela:
si no da nada le saco una muela.





El villancico completo más popular en México cuando se festeja un cumple años infantil, o como en estas fechas, cuando llegan las posadas y las piñatas son parte de las festividades.

Puedes leer con respecto a la historia y significado de ellas en éste sitio,
Piñatas y su Historia..

También puedes ver la
Galeria de María Elena completa, de donde proceden las imágenes aquí mostradas.

Y un par de sitios más con información adicional sobre ellas,
De las Piñatas, y uno incluyendo su Modo de fabricación.

8.11.06

El Niño y La Cometa

El niño se sonreía

­mano inhábil, ojo atento­

y la cometa en el viento

(su corazón) se cernía.

Ave, cometa, de un día

su corazón soñoliento.

Pues el corazón quería

huir ­pero no podía,

pero no sabía­ al viento.




Para ver directamente del autor
y comentarios didácticos,
(Dámaso Alonso):
El Niño y La
Cometa...

Y para observar más imágenes
del tema en bellos grabados,
(Juan M. Valcarcel Obelleiro):
Taller de
Cometas...

6.11.06

PARA UN HERMOSO BEBE



Zar Nicolas de Rusia

Nicolas Duque de Lorena

Nicolas Cage

San Nicolas de Bari

Nicolas Maquiavelo

Nicolas Paganini

Nicolas Copernico

y mas..y tantos..y cientos de Nicolas...pero solo uno tan grande como nuestro Nicolas que hoy cumple su primer añito

FELIZ CUMPLEAÑOS, NICOLAS

LA HISTORIA DE PACHECO


El Avila no se veía aún, pues el grosor de la niebla dejaba apenas entrever hasta algunos pasos. Desde hacía buen rato venían emergiendo como sombras detrás de la espesa cortina los arrieros que bajaban por el camino con sus acémilas tan cargadas que apenas le asomaban las orejas. Pronto se hizo un gran corro animado por voces quedas que sólo eran rumores mezclados con los sonidos de las bestias. Del fondo de la niebla del camino surgía un cántico leve que se oía con claridad porque venía del silencio de la montaña:

Caminito de Santiago
iba un alma peregrina,
una noche tan oscura,
que ni una estrella lucía;

La estrofa dejó un eco leve para luego desvanecerse sin que ninguna figura apareciera tras ella. En vano se esperó al caminante que bajaba con su canto. ¿Quién sería aquel que ahora callaba cuando ya estaba por aparecer tras la cortina de bruma? ¡Quién va ser! ¡Pacheco!, aclaró un arriero. Pacheco siempre bajaba cantando para que no le temblara la quijada y para infundir ánimo a sus burritos que jadeaban echando chorros de vapor. Apenas descansaba en San Luis para proseguir hacia San Jacinto donde tenía lugar predilecto junto a las jaulas de los vendedores de pájaros, frente a La Atarraya y otros ventorrillos donde estaban a la mano el vasito de berro o el de aguardiente de caña, remedios infalibles para aliviar el frío intenso que se había traído consigo desde Galipán y la cumbre del Avila, aires con los que ponía a temblar a pobres y ricos en este valle tan celebrado.
Aunque en su ruta desde San José, Pacheco iba entregando de su rural e inagotable cornucopia, entre saludos siseantes, su carga de colores o clientes predilectos, los burros siempre llegaban repletos de flores al mercado como si no hubiera cedido un capullo. Pero allí volaban todas de una vez como banda de mariposas sorprendidas, quitándole de pronto todo el peso al jumento, que se ponía a sonar sus cascos sobre el empedrado, alegre por sentir el lomo libre. Tan popular era Pacheco y tan famosas sus flores, que a los pocos minutos no le quedaba una azucena, ni un clavel, ni una rosa blanca para regalar a la moza que le sonreía al bajar las escalinatas del mercado. Cuando volvía, su montaña dejaba en la ciudad el frío que había traído para que, a las llamas del hogar, se acercaran los hombres en preparación para la temporada navideña.
Llego un año en que Pacheco no bajó más. Su figura campechana y sonriente ya no se vio asomar tras el velo de la niebla avileña. No se presentó más aquella figura tradicional tocada con sombrero de pelo de guama, con su vestimenta blanca y la ruana de ribetes de colores y su ristra de asnos cargados de flores de Galipán. Pero el frío y la niebla sí siguieron bajando como embajadora del sembrador de flores y de tradiciones caraqueñas. Desde algunos años, el ceño del Avila se ha fruncido, y en pleno diciembre nos manda enviones de nubes y de vientos, que antes llamaban ‘nortes’ y ahora vaguadas, despeñándose en aguaceros como para poner a prueba a los caracteres indoblegables.

5.11.06

Calaveritas de la noche de Rachunangas


Aquella bolsa azucarada
A la lengua sabrosa
Chispeante de luz colorada.
Calaveras de jitomate,
A la hermosa ofrenda
Das algo como el mosquito
Teje su telaraña,
Y en ese entonces recibes algo
Pues este es el día
Cual sillón rojo terciopelo
Sentada la calaca
Despierta de su largo sueño
Sólo para hoy, el hermoso día de muertos.
Día de pensar en los seres vivientes
como creciendo en las raíces de un árbol,
Que amas y han muerto
Pues es como pensar en las burbujas transparentes
Que se van elevando al cielo
En las nubes de algodón.
Un cuete de luz va hacia arriba
Como la chispa de vida.
Subiendo hacia los planos de Dios
Como bomba panzona
La luna se buscó una casona
Y se encontró con una señorona
Que era muy llorona
Y además muy coscorrona
A pesar de los dráculas,
Diablos de la tradición,
Para mí es un hermoso,
Hermoso día de luna
El día de las espinas de los muertos.


Ekiwah Adler Bélendez